Entradas

Frío que calienta

 Las horas cuando estás solo pasan mucho más lentas cuando es entre sollozos porque tengo heridas abiertas y muy poco aplomo. Tal vez no sean kilómetros, tan solo metros nos separan, pero lo que llevo por dentro a mi alma le gana cuando se trata de tu gesto. Intentando que el tiempo pase para poder volver a verte o tal vez solo hablarte eso ya hace que mi mente respire y se calme. Necesito tenerte en ella porque solo echo de menos tus manos quitándome la pena, aunque frías como el hielo por dentro me calientan

De Quevedo a Góngora 2

Es un corazón cautivo que siempre es bienvenido, que aunque antes era mío ahora late por tí con brío. No se si es un sueño pero escribo con empeño intentando contener mi genio para el que ahora es mi dueño. No te confundas, no soy manso aunque solo quiera yacer entre tus brazos y tu voz sea de una sirena su canto. Hay pocas cosas que no haría por ti pídemelo, lo haría en un tris con mi corazón en un frenesí. Ahora te miro a los ojos negros como pozos, Que sin embargo de luz llenos por mí quiero pensar, mi ensueño.

De Quevedo a Góngora 1

 Me tienes encerrado, no estoy vivo mirando paredes, contando días mi alma en silencio llorando mira cómo mi corazón cae en el olvido. Pero tu me arrebataste lo mío lleno de odio, cegada mi vista pensando en soledad, hace que gima no puedo más, solo queda el grito. Vamos, atrévete a hablar, di la verdad por dentro trago dolor y amargura quieto, ni una palabra, no digas más. Mi corazón latiendo en la penumbra aquel que tu solo hiciste llorar ahora vibra, libre de toda duda.

Presas en la eternidad

 Te veo al cerrar los ojos rebotando tras ellos consumiendo mis pensamientos. Tú y tu pelo rojo, tu sabor a caramelo, tu sonrisa sin quiebro. Las manos en mi espalda marcando su paso para la posteridad. Me arrancan la voz cosa mala como tus dientes en mi cuello fríos, soy la presa y tú la eternidad

¿Va a ser así?

 Como un río desbocado o una avalancha, la corriente en mi cabeza campando a sus anchas. ¿Va a ser así? Retroalimentando mutuamente el arte de nuestras manos  sin fijarnos en el matiz. Yo lo acepto con gusto porque las puertas se han abierto y no dejan de fluir tus pensamientos

Antes de que me muera

 Ardo por dentro, el deseo me consume. Y quiero que sean tus manos las que me desnuden y me arañen la piel sin que nadie nos juzgue. Tu voz en mi oído murmurando obscenidades, y tus labios rozando con su suave tacto lo que hay adentro mío con gemidos guturales. Todavía arden en mi piel los restos de tu pasión marcando el mármol  con tus labios de miel, tus manos de dolor y tu voz de ángel. Arráncame el corazón, que así latirá más lento, porque tus dedos en mi espalda han despertado una bestia que no quiere estar dentro. Aparece con gruñidos, con mordiscos y susurros, que a veces son gemidos que mueren en mi boca mientras a los ojos te miro. El grifo ha sido abierto, la presa derrumbada. Y yo, preso de tus caricias con el alma desubicada pero las manos entretenidas. Guardo tu recuerdo y lo repito a cada momento. Dejando que me envuelva, lo siento en mis adentros. Róbame el pensamiento pero no el deseo. Porque quiero saborear cada uno de tus gestos. Retozar en tus sueños, ser pa...

Olores permanentes

 Ayer hablé de miedos, de principios nuevos. De abrir tu corazón y salir del huevo. Estos días solo pienso en si es otra persona quien te tiene en sus brazos y soy yo quien lo ignora. Pero ya te he probado y a mi no me mientes. Vete de mi cabeza, sé que tu no me convienes. Aunque duermas en mi cama, aún no sé lo que sientes. Sólo temo que el olor se vuelva permanente