De Quevedo a Góngora 1

 Me tienes encerrado, no estoy vivo

mirando paredes, contando días

mi alma en silencio llorando mira

cómo mi corazón cae en el olvido.


Pero tu me arrebataste lo mío

lleno de odio, cegada mi vista

pensando en soledad, hace que gima

no puedo más, solo queda el grito.


Vamos, atrévete a hablar, di la verdad

por dentro trago dolor y amargura

quieto, ni una palabra, no digas más.


Mi corazón latiendo en la penumbra

aquel que tu solo hiciste llorar

ahora vibra, libre de toda duda.

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