Ataduras de la mente

Ahora que por fin me he liberado
de estas ataduras que me tenían encerrado
en un rincón recóndito de mi pasado
soy capaz de mirar al frente
ya sin aquella mirada ausente
de cuando había mil poemas en mi mente
pero ni una pizca de ganas
de quitar las mantas de mi cama
y abrir las puertas de mi casa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Madera y cenizas

Glühwein