Desgracias

Recuerdo todas aquellas veces
en las que imaginaba un futuro brillante.
En todas ellas había alguien
que me hacía seguir mirando hacia delante.

Pero ahora que estás tú
mis ganas parecen haberse esfumado.
Ya no sueño, ya no pienso
qué sería si me hubieras amado
igual que lo hacías en mi mente.

Al cerrar los ojos ya no veo
las ideas que antes me asaltaban
siempre antes de dormir
que era cuando tú no estabas.

Has sido tu y nadie más
quien a base de repetirse me ha hecho odiarte.
Ya no quiero verte y siempre lo negaré
hasta que vuelva a tenerte delante.
Porque entonces diré que reniego,
me quedaré embobado mirándote
porque me ha tocado la desgracia de amarte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Madera y cenizas

Ataduras de la mente

Glühwein