Glühwein

Hoy he vuelto seis años atrás. He vuelto a tener doce años mientras caminaba fascinado por un mercadillo de navidad en un sitio extraño. Recuerdo que me pasaban un vaso de algo humeante que en ese momento no me gustó demasiado pero el olor era cautivante. Hoy se me ha ocurrido hacer ese vino caliente con especias que me dieron en Alemania antes de Todo. Puede que fuera es estado de ánimo en el que me encontraba, la serie que tenía a medias o simplemente el recuerdo del olor, pero por un momento me he permitido soñar que volvía a tener doce años. Cuando no sabía nada de lo que iba a pasar. Días antes de volver de un viaje que recuerdo a la vez con dolor y alegría. No lo pasé bien, no se me daba relacionarme con extraños y todo allí lo era pero estaba descubriendo cosas tan fascinantes... Pude ver nevar y ser consciente de ello por primera vez en mi vida. Estaba lejos de mi familia. No le terminaba de gustar a la gente de allí. El mercadillo de navidad era sobrecogedor. Ví tantos sitios e hice tantas cosas que a penas puedo guardar recuerdo de todo. Fue tan poco tiempo... En seis días y medio reí como nunca, lloré, me quise morir de vergüenza, me sentí en casa y me di cuenta de que las cosas iban a cambiar.
Cambiaron de verdad. Volví y la poca inocencia se esfumó de golpe en cuanto me dijeron aquellas palabras y rompí a llorar, igual que ahora. Es extraño el sabor del vino caliente mezclado con las lagrimas. A penas distingo lo que estoy escribiendo pero el olor de la taza me devuelve a cuando tenía doce años y todo era mucho mas fácil y menos doloroso. Se me viene todo encima al recordar esa semana de finales de noviembre. De hecho en exactamente dos semanas harán seis años que volví de Alemania. Y aquí sigo, llorando por los recuerdos de lo que sucedió después. Meses de agonía, un bucle y yo cayendo hasta tocar un fondo del que cada vez que pensaba que podía levantarme, volvía a caer. Hoy he vuelto a caer. Me ha bastado una taza de vino caliente especiado para hacerme llorar como cuando tenía doce años y no me daba cuenta de que las cosas ya no iban a ser tan fáciles .

Comentarios

Entradas populares de este blog

Madera y cenizas

Ataduras de la mente